Como realizar un autodiagnóstico de tu situación financiera
La mayoría de personas sabe qué gastos puede asumir a razón de los ingresos que recibe, pero esos conocimientos están basados solo en el sentido común, sin disponer de los mecanismos para hacer una valoración objetiva de su situación financiera. Tanto en la economía doméstica como en las Pymes no se suelen realizar estos autodiagnósticos porque durante toda su vida lo han hecho así y, más o menos, saben en qué posición se encuentran. A veces, con ese “más o menos” no es suficiente y hace falta un control un poco más exhaustivo que te muestre de manera más fidedigna tu situación financiera.
Es importante tener en cuenta ciertos aspectos que te muestren el camino a seguir o para saber hacia dónde dirigirse, económicamente hablando, en ciertos momentos. A continuación te vamos a mostrar unos cuantos ítems que deberías tener en cuenta para valorar en qué situación se encuentra tu economía. El objetivo para conseguir una situación financiera saludable es cumplir todos ellos. ¡Vamos allá!
1. Gastar menos de lo que se gana
Aunque pueda parecer obvio, este punto es el más importante y en el que se basan todos los demás. Gastar menos de lo que ganas te permite ahorrar afrontando en un futuro otros posibles gastos o inversiones y a la vez, te ayuda a visualizar cuales son los gastos innecesarios que no te permiten avanzar hacia objetivos más ambiciosos.
Para que te hagas a una idea, los expertos recomiendan que el ahorro represente entre un 20% y un 30% de los ingresos que tengas, aunque en situaciones de crisis financieras ¡cualquier ahorro es bienvenido!
2. Dispón de un “colchón económico”
Sería la materialización de disponer de ahorros para hacer frente a imprevistos sin tener que endeudarte o, en caso de que lo tengas que hacer, que no sea por una cantidad muy elevada. La cantidad de ese “colchón” depende de cada persona o grupo económico, pero tendría que suponer afrontar todos los gastos por un mínimo de 3 meses en caso no de recibir ningún ingreso, siendo los 6 meses lo más recomendado.
Asimismo, una vez dispongas de esa cantidad, liberas tu economía de una cantidad de dinero para poder dedicarlo a otros menesteres.
3. No demores los pagos
Por lo menos los que tengas planificados. Las facturas periódicas que sabes que te van a venir deben estar contempladas dentro de los gastos cotidianos. Posponer o desglosar en varios meses ocasionalmente una factura por alguna circunstancia no debería ser ningún problema si hemos tenido en cuenta los otros puntos, pero jamás debe convertirse en algo habitual ya que sería un síntoma de que algo no está funcionando.
4. Tener un nivel de deuda asimilable
Disponer de deuda no es negativo, ya que muchas de ellas son necesarias para poder llevar a cabo gastos necesarios del día a día o factores que te generan ingresos con los que llevar adelante, por ejemplo, tu negocio. Aun así, se presenta imprescindible tener control sobre esas cantidades y que no se conviertan en algo no deseado, derivando en un efecto “bola de nieve” en que esas deudas cada vez se hacen más grandes.
Plantéate tus límites de manera sensata sin abarcar más de lo que puedas asumir. Una vez analices en qué posición se encuentra tu economía, en caso de no cumplir este punto, rectifica lo antes posible para evitar males mayores.
5. Administra tu crédito de la manera más beneficiosa
Utilizar las tarjetas de crédito se ha convertido en una herramienta muy útil hoy en día. Disponer en un momento dado de liquidez permite tener esta tranquilidad necesaria para no cometer errores por ciertas urgencias. El buen uso de la tarjeta de crédito, utilizándola de manera inteligente, te va a dar un plus en tu economía haciendo que esta fluya de manera más saludable. Un gasto moderado de la tarjeta te dará libertad en otras facetas financieras.
En este sentido, la tarjeta de crédito AXI Card es una muy buena opción de mercado ya que te permite, desde su página web el control de lo gastado viendo al instante online el consumo efectuado evitando sorpresas.
6. Previsión de futuro
Marcarte una previsión de futuro es sinónimo de planificación y de no dejar al azar ninguno de los componentes económicos de tu vida. Esa hoja de ruta ha de estar programada desde el sentido común y no debe convertirse en una losa si no se consiguen los objetivos en los tiempos que te hayas marcado.
Este último punto sería la culminación del resto, utilizándolo como guía que te permita no desviarte del objetivo de disponer de una salud financiera de hierro.