¿Cómo hacer un plan financiero anual?

En cualquier gran empresa, al empezar el año e incluso con algo más de antelación, el departamento contable se reúne para diseñar el plan económico anual. Este paso es realmente fundamental para la sostenibilidad de un negocio, garantizando la salud monetaria y crediticia de esta.

Si esto funciona en el mundo de los negocios, ¿por qué no aplicarlo a tu hogar?

En este artículo te mostraremos algunos consejos para diseñar tu plan anual de gastos casero, para que puedas empezar a ahorrar dinero mes a mes, y que, de paso, tengas las cuentas en disposición de afrontar pagos, impuestos y demás gastos sobrevenidos que aparecen de forma inesperada.

¿Qué es un plan financiero anual en una familia?

De la misma manera que la empresa determina cuáles serán sus ingresos esperados y sus gastos asegurados, en el seno de una familia deberemos realizar la misma tarea para tener en perspectiva hacia donde se puede encaminar nuestra salud financiera a lo largo del año en curso.

Hay que recordar que esto no sólo lo deberían poner en práctica aquellas familias con una situación financiera holgada y cómoda que quieran tener una previsión, todo lo contrario.

Estos consejos son especialmente interesantes y de provecho para aquellos hogares donde por varios motivos, no se tenga una estabilidad y se viva “al día”.

El plan financiero nos permitirá marcar un calendario y tener una previsión realista a un año vista, para que podamos actuar con cierta antelación antes de encontrarnos con una desagradable sorpresa.

Haz una previsión de ingresos y gastos realista

En el momento de empezar a trabajar en dicho plan financiero, deberíamos tener a mano las cuentas del año anterior para hacer una previsión realista de ingresos y de gastos.

En el apartado ingresos deberías contabilizar entre otros: Sueldos, ayudas económicas estatales que percibas, rentas, ingresos pasivos (por acciones o cuentas de ahorro entre otros), y ganancias adicionales que tengas, como trabajos puntuales u ocasionales que suelas hacer.

Por otra parte, en lo que concierne a los gastos, te recomendamos que contabilices, pagos de créditos, hipotecas o alquileres e impuestos generales, entre muchos otros.

Por último, una recomendación, computa como gasto un porcentaje de tus ingresos como ahorro. De este modo no contarás con ese dinero.

Di hola al preahorro

En relación a este último punto te lanzamos una propuesta: el preahorro. Una vez hayas determinado qué gastos e ingresos vas a tener de forma anual, divídela en meses, y destina parte de tus ingresos al preahorro. Esto significa que, en el momento que ingreses la nómina o tu salario, directamente, y antes de realizar cualquier tipo de gasto, ahorres un porcentaje de los mismos.

De esta manera no “verás” ese dinero en cuenta, pero tendrás un pequeño colchón económico para empezar a realizar un pequeño ahorro anual. Si además encuentras una cuenta de ahorro o inversión en la que te garanticen unos intereses anuales, tendrás doble beneficio.

Usa de forma inteligente tu tarjeta de crédito

Este punto es especialmente delicado y hay que entender el funcionamiento de las tarjetas de crédito.

Las tarjetas de crédito son una excelente oportunidad de no descapitalizarse si necesitamos realizar una compra excepcional o puntual, y no contamos con los fondos suficientes para realizarla.

Por ejemplo, si se te avería el frigorífico y no dispones del efectivo para comprar uno nuevo, una buena opción es realizar el pago con una tarjeta de crédito y fraccionar el pago en pocas mensualidades o aplazarlo a final de mes cuando nuestra cuenta vuelva a estar llena.

La compra a crédito no es un problema, si somos conscientes de su función y aprendemos a sanearla debidamente.

Una buena opción son aquellas tarjetas de crédito con un bajo interés de devolución, y sin pago de mantenimiento ni cuotas asociadas, como por ejemplo la que ofrece AXI Card. Una tarjeta sin costes asociados en la que solo pagas por la cantidad que utilizas (más los intereses derivados).

No te endeudes por encima de tus posibilidades

Asociado al punto anterior, deberías ser consciente que cualquier crédito, sea de una entidad bancaria, un préstamo online a plazos de una empresa financiera o de un crédito revolving, suele llevar asociados unos gastos y comisiones, que cuanto más tiempo se extienden en el tiempo, más repercutirá en nuestro bolsillo.

Analiza qué deudas tienes, que intereses debes, y empieza a destinar parte de tus ingresos en amortizar cuotas de forma anticipada.

Nunca deberías endeudarte por encima de un 15% de tus ingresos mensuales, así que, si estás en esa situación, intenta por todos los medios posibles empezar a atacar a estas deudas, para sanear tu situación cuanto antes.

Conclusiones

Como hemos podido ver en este artículo, la mejor manera de empezar a diseñar tu plan financiero anual, es conocer de antemano tus ingresos y gastos, y realizar una planificación de forma previsora.

Es especialmente importante aprender a usar de forma eficiente las tarjetas de crédito eligiendo aquella que tenga las mejores condiciones, como la propuesta por AXI Card, y no endeudarse por encima de nuestras propias posibilidades.

Esperamos que estos consejos os hayan sido de ayuda para dar el salto y optimizar tu economía doméstica de una vez por todas.

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