Interés

En términos financieros, podríamos decir que el interés es el precio que debes pagar a la entidad a la que solicitas un préstamo por utilizar su dinero. Se expresa en porcentaje anual y también se denomina tipo de interés o precio del dinero. El mayor y evidente beneficiario del interés es el banco, que se ve recompensado de alguna manera por prestar el capital y correr el riesgo de no recuperarlo.

¿Cómo se calcula el interés?

A mayor riesgo, mayor será el interés aplicado por la entidad. Lo que para uno es el precio por pedir dinero, para el otro es el rendimiento que puede obtener de esa operación. Por eso, el prestamista evaluará los riesgos de la operación y determinará un tipo de interés nominal (TIN) que tendrá en cuenta los tres tipos de riesgo: el riesgo sistemático (que se refiere a la posibilidad de que el prestatario no pueda devolver el dinero en el plazo estipulado inicialmente), el riesgo regulatorio (la cantidad a devolver se ve modificada por diversos motivos) y el riesgo inflacionario (que tiene en cuenta la devaluación del dinero y la consecuente pérdida de beneficios).

¿Qué tipos de interés existen?

Para regular la cantidad que las entidades bancarias cobran por ofrecer un crédito, el Banco Central Europeo establece tipos de interés de referencia comunes a todos los contratos financieros, hipotecas, créditos, etc. Las modalidades son las siguientes:

• Interés fijo: no cambia durante todo el préstamo, es estable, para bien o para mal.
• Interés variable: se actualiza y varía durante el préstamo, de manera que nos beneficiamos cuando baja y salimos perjudicados cuando sube. Es el resultado de la suma de un tipo de interés de referencia, como el Euribor, y un porcentaje diferencial.
• Interés mixto: en esta variante, durante un tiempo establecido, el interés es fijo y después se vuelve variable.
• Interés simple: la liquidación de los intereses se produce al final del periodo acordado o, por lo general, al final del año.
• Interés compuesto: los intereses se suman al capital inicial hasta que finaliza el contrato.
• Interés nominal: se liquida en el periodo determinado en el tipo de interés (anual, mensual...).
• Interés efectivo: es la diferencia entre lo que se paga al final del año y lo que se solicitó inicialmente.
• Tasa Anual Equivalente: más conocida como TAE, es la cifra exacta que pagarás por el dinero prestado, incluyendo comisiones y gastos adicionales.

En términos financieros, podríamos decir que el interés es el precio que debes pagar a la entidad a la que solicitas un préstamo por utilizar su dinero. Se expresa en porcentaje anual y también se denomina tipo de interés o precio del dinero. El mayor y evidente beneficiario del interés es el banco, que se ve recompensado de alguna manera por prestar el capital y correr el riesgo de no recuperarlo.